La ruta de la pobreza de un "sin techo".
El activista sin techo Largarder Danciu
creó el proyecto “La ruta de la Pobreza”, donde pretende evidenciar la
privatización de la red de servicios sociales, visibilizar las historias
de la gente olvidadas y denunciar la falta de derechos de los
colectivos marginales de España. En un principio instalado en Sevilla,
recorrió 16 ciudades incluidas Madrid y Barcelona.
Para esto, tuvo que abandonar las comodidades de su
hogar y su trabajo como docente. Aclara que pasó un tiempo hasta ser
aceptado por las personas que viven en la calle. Le robaron celular (herramienta
que utiliza para denunciar los casos de injusticia), la bicicleta y los
documentos de identidad: “Me vi en parte obligado a permanecer en la
calle, quizás si hubiese tenido los documentos en los momentos iniciales
-que fueron muy duros- hubiese dejado la calle, ya que el cansancio es
traicionero y te invita a abandonar aquella situación tan dramática”, comenta Lagarder.
Comentame qué fue lo que observaste en la Ruta de la Pobreza
La ruta de la pobreza es una iniciativa que pretende visibilizar la pobreza severa que afecta a 3,5 millones de personas en España y la dura situación de calle de los más de 50.000 personas sin techo.
En la ruta he descubierto muchas historias… En la calle te encuentras
con la realidad que tanto se ignora. Somos el segundo país de la Unión Europea con más niños que sufren pobreza, el país donde más de 2 millones de jóvenes han tenido que dejar el país por falta de trabajo.
¿Pudiste presentar tu proyecto a algún político?
Pude hablar con Ada Colau (alcaldesa de Barcelona), Manuela
Carmena (alcaldesa de Madrid) Pablo Echenique (secretario general de
Podemos en Aragón) a día de hoy no han cumplido con sus promesas. Los
políticos son responsables de la situación de pobreza severa que sufren
miles de personas.
Foto: Diego Rodríguez Veiga |
¿De todos estos años que venís luchando por los sin techo y la pobreza, ha habido algún cambio?
Creo que se ha logrado visibilizar la pobreza y
dar voz a miles de historias de la calle, es un primer paso, ahora habrá
que pensar en una segunda fase que prevé aglutinar fuerzas y poner en
marcha alguna iniciativa para dar solución al problema. Durante más de
un año y cuatro meses pudimos establecer redes de contacto con muchos
movimientos sociales y hay que aprovechar esta fuerza para seguir
denunciando el negocio de la pobreza de las grandes ONGs y exigir a los
políticos la estatización de los servicios sociales.
Un 2016 que lo tuvo a Lagarder como protagonista en la interrupción de actos de campaña en las elecciones presidenciales con el objetivo de denunciar la pobreza, lo llevó a convertirse en una persona no grata entre los políticos. La última vez fue el 20 de noviembre, una manifestación por el aniversario de la muerte de Francisco Franco, último dictador de España.
¿Por qué asististe a la manifestación?
Acudí con un cartel que decía: “Franco asesino,
vergüenza”, para mostrar mi desacuerdo con este tipo de manifestaciones
y no imaginé que acabaría tirado en el suelo y golpeado por un grupo de
nazis. Lo más llamativo de este acto fue la actuación de la propia
policía que en vez de identificar y llevarse a los agresores me apartan a
mí y me discriminaron por ser rumano.
¿Cómo consideran los políticos al gobierno de Primo de Rivera y Franco?
Los políticos que tenemos en las instituciones
se criaron durante décadas del régimen franquista y a muchos les
encantaría volver a aquellos tiempos. Muchos de los ministros de Franco
han sido activos en el gobierno de la democracia, paralizando todo el proceso de justicia social y democracia en España. La Casa Real es la encargada de dar continuidad
al régimen franquista y hasta que no acabamos con la monarquía
autoimpuesta, España no podrá progresar y ser un país democrático. Es
inadmisible que en pleno siglo XXI tengamos que tener reyes, el
feudalismo y el franquismo parece estar más vivo que nunca. Espero que
la sociedad española reaccione y condene este tipo de manifestaciones que hacen daño a la ya frágil democracia de España.
A pesar de todo lo que sufriste por los neofranquistas, ¿vas a
seguir rompiendo actos o tenés pensada alguna nueva forma de tener
visibilidad para los sin techo?
La forma de protestar que empleo molesta a la clase política ya
que sobre todo despiertas a la gente y claro está que para los políticos
de España soy un “peligro social”. Seguiré protestando, creo que el
país se merece saber la verdad sobre sus políticos. No concibo mi vida
sin luchar, me siento responsable y debo seguir. Es un camino complicado
pero al mismo tiempo da esperanza. Es muy bonito que te paren por la
calle los obreros y los jóvenes animándote a seguir, esto me da mucha
fuerza.
Por un acto en Málaga, terminaste preso por un poco más de un
día y luego recibiste un comunicado de expulsión de España ¿Qué vas
hacer?
Protesté en Málaga y el alcalde utilizó a la policía local para llevarme preso. Me trataron muy mal
esas 27 horas, a pesar de que exigí un abogado de oficio. La justicia
ha decidido archivar la acusación y me ha puesto en libertad sin cargos. Cuando salí, me entregaron una orden de expulsión del país,
disposición que viene de arriba según el policía de la Brigada
Provincial de Málaga. De nuevo el gobierno del PP utiliza las fuerzas de
seguridad para reprimir la voz crítica de la calle. El abogado Oliver,
que es profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga,
ha presentado un recurso contra la orden y esperamos que la justicia
cierre el expediente de expulsión, ya que no tiene fundamento jurídico
alguno. Me voy a quedar en España hasta que me expulsen, y una vez fuera seguiré luchando en otros países ya que mi activismo no se resume a un país, todo lo contrario, es un activismo internacionalista que pretende poner en evidencia la inmoralidad de la clase política.
¿Qué es lo que te hace continuar luchando en la calle? ¿Alguna vez pensaste volver a Rumania, o irte de España?
Llegué tan lejos gracias a los críticos y a los que me amenazan,
su actitud clasista con tiente racista me provoca y por ello he decidido
permanecer en la calle luchando. La calle te hace fuerte, aprendes
mucho y sobre todo despierta en ti cosas que antes, en la conformidad, estaban dormidas. Hay momentos en los que pienso en volver a Corabia,
mi ciudad de la infancia; para encontrarme conmigo mismo, con la
escuela que me brindó la oportunidad de estudiar, con la maestra que
durante años me enseñó escribir y leer…pero estoy tan absorbido por el
presente que siempre acabo aparcando este momento. No puedo callar ante
las injusticias y se que hasta el final de mis días lucharé por la igualdad de oportunidades, ya que sin ello no habrá justicia social y derechos para la gente. Pero también se que algún día volveré a Corabia, necesito abrazar la ciudad que me enseñó caminar.
Fuente: Revista Negro White
Foto: Diego Rodríguez Veiga |
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