¿Queremos ser realmente los dueños de nuestras vidas?

QUITEMOS LAS MASCARAS PARA ABRAZAR LO AUTENTICO

Esta sencilla pregunta si es tomada en consideración, meditada puede traerle un cambio en su vida. A esta pregunta me conteste hace más de 15 años, allá por los años 2000, recuerdo aquel día que me dedique a contestar a esta pregunta. Me resulto complicado al principio pero poco a poco logre identificar aquello que me mantenía prisionero de mi propia existencia.

Cuando decidimos ser nosotros mismos las cosas empiezan a complicarse, diría que al salirte de lo establecido empiezan los obstáculos y lograr el primer obstáculo es el primer paso determinante para realmente abrasar la decisión de ser un hombre auténtico.

Una vez logrado el primer obstáculo sientes cierta satisfacción pero no tienes suficiente tiempo de disfrutarlo ya que otros obstáculos hacen su presencia en este camino y así hasta que te mueras. Cuando somos dueños de nuestras vidas las cosas cambian de forma considerable, empezamos realmente a vivir, sembrar nuestra propia ruta...

Los mayores suelen darse cuenta antes que mucha gente de ello y frustrados deciden emprender este viaje y admiro su valentía ya que nunca es tarde para iniciar nuestro propio camino. Los niños igualmente quieren ser dueños de sus vidas pero los adultos cortan sus frágiles alas y con ello la posibilidad de ser dueños de sus vidas.

Como bien decía Nietzsche, "dios ha muerto" pasamos de la sumisión a la admisión de la vida como ente inseparable de lo que somos, empezamos a pensar por nosotros mismos, cuestionar y admirar el entorno.

Lo dicho, intenten contestar a esta sencilla pregunta, quiten la mascara, sean constantes en este viaje único, la vida os pertenece a ustedes a nadie más y con derecho tenéis que vividla ustedes y no los demás.