La cría del juzgado...
En el tremendo caos que vivimos hay seres indefensos que piden auxilio de forma constante, seres que tienen el mismo derecho a la vida que cualquier alma de la tierra.
Cerca del juzgado una cría llora perdida entre la multitud, su voz y la de su familia no despierta el interés de nadie del juzgado como tampoco de las personas que cruzan esta calle...
La cría resignada en un rincón de la puerta del juzgado espera la sentencia a muerte sin juicio, deshidratada y con la boca muy abierta se resigna.Desde dentro del juzgado pude escuchar la canción que interpretaba la familia sin entender del todo el significado hasta que salgo del juzgado y me tapo con la cría.
Cerca del juzgado una cría llora perdida entre la multitud, su voz y la de su familia no despierta el interés de nadie del juzgado como tampoco de las personas que cruzan esta calle...
La cría resignada en un rincón de la puerta del juzgado espera la sentencia a muerte sin juicio, deshidratada y con la boca muy abierta se resigna.Desde dentro del juzgado pude escuchar la canción que interpretaba la familia sin entender del todo el significado hasta que salgo del juzgado y me tapo con la cría.
Cojo con mucho cuidado en mi mano la cría asustada hasta que establecemos una cierta confianza. Me dirijo al árbol donde su familia cantaba la canción de la esperanza, sujeto a la cría en un ramo y observo con gran admiración la llegada de la familia que abrazan a la cría llenándola de vida.
En el mundo de máquinas que vivimos no somos capaces de observar, amar, limitados por las leyes absurdas.Hoy puedo dar por aprovechado el día ya que he dado vida a la cría que mañana nos cantará a todos.
En el mundo de máquinas que vivimos no somos capaces de observar, amar, limitados por las leyes absurdas.Hoy puedo dar por aprovechado el día ya que he dado vida a la cría que mañana nos cantará a todos.
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