nEGLIGENCIA POLICIAL
El activista Lagarder Danciu no da crédito a lo sucedido:
la jueza del Juzgado de Instrucción 54 de Madrid, Marta Gutiérrez del Olmo
Menéndez, ha archivado el caso de la paliza recibida
por el rumano a manos de unos neonazis porque la Policía no entregó la
denuncia de los hechos.
Lagarder fue agredido en la
concentración celebrada el pasado 20 de noviembre en Madrid para
"honrar" a Francisco Franco y a José Antonio Primo de Rivera, después
de que este se acercara con un cartel en el que se leía "Franco
asesino". Acto seguido, un total de siete ultraderechistas se abalanzaron hacia él y
le pegaron una paliza que le ocasionó, entre otras cosas, una brecha en la
cabeza.
¿Y qué hizo la Policía? Cuando
los agentes le recogieron del suelo, le reprocharon: "¿Qué haces aquí?,
¡si tú eres rumano! No sabes nada del franquismo. Franco fue un
presidente", relata a Público el
agredido. Además, asegura que no le recomendaron ir al
hospital, por lo que fue por su propia cuenta.
Lagarder recibió la llamada de
la Brigada Policial dos días después de los hechos. En las dependencias
policiales, el activista sin techo consiguió reconocer a cinco
agresores. Pero nadie le dio una copia de la declaración, sólo un
papel que certificaba su asistencia en la comisaría. Asimismo, le prometieron que mandarían una copia.
Doble rasero
Tres meses después, Lagarder y su abogado, Eric Sanz
de Bermond, se han enterado de que la jueza ha archivado la causa porque no le
ha llegado la denuncia del agredido. "No sabemos qué ha podido
pasar", asegura el letrado. A Sanz de Bermond se le ocurren dos
opciones: "O bien se ha traspapelado la denuncia,
o la Policía sigue investigando los hechos, algo
poco probable porque ya han transcurrido tres meses". No obstante, el
abogado considera que, si la jueza sólo ha recibido el parte médico, tenía que
haber tomado declaración al afectado antes de acordar el sobreseimiento del
caso.
Lagarder, enfadado, compara su caso con el de la joven
murciana que ha recibido una paliza a manos de "un grupo de extrema
izquierda", según el atestado policial. En esta ocasión, los
agresores han sido localizados, arrestados y puestos a disposición judicial, e
incluso, el propio ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha
condenado públicamente los hechos. En el caso del activista, la Policía
no detuvo a los atacantes y sólo les tomó declaración como imputados. "En este país, cuando la ultraderecha agrede, no se hace nada",
lamenta el rumano.
FUENTE: DIARIO PÚBLICO
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